sábado, 28 de febrero de 2015

La perfección humana es posible en el espíritu; pues donde comienza el amor comienza la perfección. Sin amor no podemos amar, y no es posible dar, tampoco perdonar. Sin amor no podemos tener paz, ni regalarla a los demás, no podemos tener serenidad y tampoco enfrentar lo difícil de la vida, pero que con amor se vuelve llevadero. El amor no permite odiar, y no es egoísta, nos hace fuertes en el espíritu, aunque seamos débiles en el cuerpo, y no nos hace renunciar a pesar de la enfermedad que padecemos, pues nada es grande o demasiado comparado con el amor que viene de Dios.

viernes, 27 de febrero de 2015

La libertad para amar a Dios está en la libertad del alma pura, en no permitir que nos encadenemos a lo físico, ni siquiera comenzar en que nos posea la materia por tenerla y tampoco depender de ella, sino ser libres sin poseer, pero sin pensar que no tenemos nada, sino que tenemos todo, pues la dependencia está en tener o querer ser dueños de algo, y ser libres es no tener dependencias físicas para ser libres en el espíritu. Dios para crear el universo no poseía antes materia, era y es libre sin depender de nada y lo tiene todo, pero no posee, sólo lo forma en el momento preciso. La libertad del espíritu nos hace entender a Dios más de lo normal porque Él es Espíritu; y así debe ser ese vínculo con Él.

jueves, 26 de febrero de 2015

La fe no tiene límites, por lo tanto no solo depende de una sanación física, también depende de una sanación espiritual, de palabras, obras díarias y la forma de ver la vida. La voluntad de Dios conoce nuestro propósito desde siempre, y nosotros lo descubrimos en nuestra vida, y la misma fe te puede llevar a conocer ese propósito. Pero si yo no conozco mi propósito del todo, estando en mi propio cuerpo, tampoco otra alma en otro cuerpo fuera de mi lo conocerá, mas que Dios que nos creó para que cumpliéramos ese propósito predestinado por Él, pero que está en nosotros decidir si lo aceptamos o no. La fe la podemos tener bajo cualquier circunstancia, en una cama, o caminando, en un problema o en una enfermedad, y solo nuestra respuesta hacia lo que vivimos hablará mas que nada de la fe que tenemos.

lunes, 23 de febrero de 2015

   A muchos les puede faltar lo que tenemos de más, muchos tienen un espíritu vacío para que otros lo llenen, por eso no podemos ignorar la necesidad más grande del mundo, la falta de amor. Con los brazos cruzados y rindiéndonos ante la maldad no resolvemos nada, sino que nos unimos a ella, y engradecemos lo diminuto de lo cruel de la maldad misma. Podemos combatir la necesidad a la que estamos expuestos, pero si la ignoramos estando cerca de ella, cuanto más ignoramos la que está lejos, la que no nos toca. Tenemos condiciones físicas diferentes, pero ninguna es excusa para dejar de hacer lo que nos toca. En nuestra posibilidad Dios nos asigna un trabajo y debemos hacerlo, y ese es nuestro propósito en la vida.

El cuerpo evoluciona y mediante esa evolución se alimenta el alma espiritual y es desde ahí donde debemos amar, si amamos un cuerpo, ese amor no es verdadero, porque al pasar los años se deteriora y lo rechazamos, sin embargo es en las arrugas que se conoce la lucha en la vida y el amor por ella. Quien se enamora de un cuerpo, se enamora de un gusto momentaneo y superficial, quien logra enamorarse del alma de la persona, la amará para toda la vida. De que vale la esclavitud del cuerpo si no alimentamos el alma? Cuando el cuerpo muera que tendremos, un alma vacía? Para que vivimos, si nos olvidamos del yo interior, por el yo exterior? Alimenta tu alma con la vida y cuando mueras continuarás vivo y serás un tesoro para Dios, pues utilizaste para bien el alma que Él creó para ti.

viernes, 20 de febrero de 2015

A veces cuando no logre brillar en la noche, no pienses que no estoy, mejor piensa en que está de día y no me ves pero estoy ahí, en la noche estrellada de tu corazón, en el recuerdo brillante de un consejo, y en el pensamiento sonríente que llevas de mi; que quizás lo hice a través de mí, pero no era para mi, sino para Jesús, y para ti. Él ni tú merecen una tristeza, una amargura o un coraje míos, eso se fue envuelto en su muerte, ya en Su Resurrección es nuevo todo, y la muerte murío, y la vida nació. (de Adabel)

jueves, 19 de febrero de 2015

Para tener a Jesús por siempre en nuestra vida, hay que enamorarse de Él para que permanezca en nuestro corazón y mente. El ejemplo está en nuestras vidas, cuando te enamoras de ese ser especial, vives pensando en él e incluso evitas hacerle daño; ese el tipo de amor que Jesús necesita de ti, pues ya el de Él lo tienes asegurado. Si el amor de un hombre o de una mujer es abrasador y te quema el alma, cuanto más es el de Jesús que como llama ardiente de amor murió por ti y por mi como individuo, y a la misma vez murió por todos. Si es necesario el amor humano para vivir entre nosotros, más necesario es el de Jesús-Dios, que no sólo ama a uno, sino a todos.

sábado, 14 de febrero de 2015

El Amor es de Dios antes que del ser humano y no sólo depende de que un hombre ame a una mujer o una mujer ame a un hombre, sino de que sin importar el género, se pueda amar a todos por igual. El Amor es un hecho espiritual, que lo vuelve infinito, no físico, que lo vuelve finito. El Amor es amar y depende del alma, y el querer es gustar y depende del cuerpo. Cuando logramos sobrepasar la materia, nos libramos del obstáculo físico del cuerpo y llegamos al alma, y es de esa forma que nos libramos del rechazo hacia los demás. Si el aspecto físico del otro te provoca repugnancia, tu amor es superficial pues no lograste sacar amor de ti para llegar a la profundidad de esa alma. El amor de Dios en su infinidad abarca todo tipo de vivencia humana, es decir, que siempre debemos utilizarlo para todo lo que hagamos en la vida. El que se ofende por un Te Amo no conoce al amor, lo mismo que al que no se atreve a decirlo. A veces un Te Amo ofende por un efecto cultural y machista que revela inseguridad tanto en hombres como en mujeres, y la persona empieza a crear en su mente lazos o nudos de hechos inexistentes por corajes falsos provocados por falta de amor para consigo mismo y los demás.
Tengamos en cuenta que el amor verdadero al ser espiritual no conoce de límites, y por lo tanto su libertad es amar almas y no cuerpos, por eso amemos sin obstáculos y celebremos siempre el Amor. Feliz Día del Amorr y la Amistad !!

martes, 3 de febrero de 2015

Tu Vida no es Tuya, es de Dios (de Adabel Rosario Rosario)



Quien creó el universo es dueño de él, por fuera y por dentro, por fuera para crearlo y por dentro porque Él está en todas partes. Así mismo creó la vida, y en el universo está ella. Dios es el dueño de la vida, de tu vida, por fuera y por dentro, porque desde fuera de tu cuerpo te creó, y por dentro tienes un alma espiritual que Él mismo creó exclusivamente para ti, pues el hombre no es capaz de crearla. Como todo ser humano fue creado por Él, tanto derecho tienes tú de vivir como los demás y sin mirar situaciones o enfermedades nadie tiene derecho de terminar con ella.

Cuando Dios creó la vida lo hizo con derecho propio de Su poder creador y universal, pues todo ser que vive, vive porque Él le dio ese derecho. Quien termina con la vida del otro viola ambos derechos de vida, porque sobrepasa el límite propio de vivir que tiene, reflejándolo en el otro, es decir; tu vida es de Dios al igual que la vida de otro ser humano, y te debes y le debes un respeto porque ambos viven con el derecho que Él les dio de vivir.

Nadie puede decidir por la muerte como solución a la vida propia o como solución para el otro, y quien lo hace no ama su vida ni la agradece, o más bien no conoce el significado de ella.

La vida no se mira como objeto, y no se desecha cuando no nos gusta, porque ella va más allá del límite físico, recordando que el cuerpo sin alma espiritual no vive, y al ser creada por Dios va más allá que una simple decisión humana. Comparado no solo con Su poder, sino con Su amor infinito, no debemos terminar lo infinito de Dios con lo finito del hombre. No podemos decidir por el final de una vida cuando ni siquiera lo ha hecho Dios, pues el tiempo preciso Él lo decide.

Aunque la vida es de Dios cada ser tiene su alma y su cuerpo, por eso nadie fuera de un cuerpo privado puede decir; "acabo con tu vida porque yo creo esto o creo aquello" en su propio ser; él no vive en el cuerpo del otro.

Con la vida no se juega, sea la vida propia o la del otro, no puedes arriesgar una vida que no te pertenece, sobretodo si la persona ha sobrevivido a una serie de circunstancias de salud desde su existencia, porque a pesar de lo que ha vivido o vive, la ama. Lo que no conoces de un ser humano de 43 años no puedes conocerlo en 24 horas, pero si puedes contribuir en algo para ese ser, hazlo para bien de él, no para mal.

Podemos tener inteligencia humana o estudios pero si no tenemos amor, no tenemos compasión, y debido a eso los errores que cometemos con los demás pueden ser perjudiciales para ellos. La mejor lógica es sentir por el otro porque así lo ayudas, no lo perjudicas.

Así como la vida es a base del amor de Dios, así debe ser toda actuación en ella. Trata de llevar amor en el alma, allí es profundo sentir, es profundo todo, no superficial, no se acaba, nada de afuera de uno atenta contra ello, ese es el límite de lo ilimitado, donde se encuentra Dios como llama ardiente, donde permanece Su amor, ahí está el nuestro, por eso tienes que amar la vida para defenderla, sea la tuya propia o la del prójimo, la del enfermo, la del no nacido, la del niño, del adolescente, del adulto, del anciano; pues el derecho a la vida de Dios es de quien Él haya creado. Si Dios no crea la vida no vive ni existe nadie, por eso nadie debe de terminar con el derecho que Dios nos dio para vivir.

No hay enfermedad ni condición capaz de ser más grande que la vida, debido a eso no hay decisión justa cuando se decide terminar con ella, sea la propia o la del otro. El cuerpo podrá estar enfermo, pero si se ama la vida, humanamente hablando, el espíritu es saludable, y se quiere vivir sin fijarnos demasiado en los límites físicos. Para querer vivir no solo tienes que pensar en ti, sino en el Ser que te creó, que lo hizo por amor.

En Dios está el deseo de que vivamos y por Él debemos desear vivir, no morir, sino hasta que Él lo decida.